La iglesia dedicada a Nuestra Señora de la Asunción, se ubica en la zona más alta del pueblo. El templo, tal y como lo conocemos se acompaña de varios elementos. La torre vigía, convertida en campanario, se adosa a la iglesia por el sur de la nave. Por un lateral se encuentra la antigua casa parroquial, construida en mampostería y que antaño sirvió de lugar de encuentro de la juventud de Villalobar, conociéndose como “salón parroquial”. Adosado por la zona de la cabecera se halla el antiguo cementerio, para el cual concedió licencia el Obispado en 1790, momentos en los que se comenzaba a enterrar fuera de las iglesias. De este camposanto se conserva la tapia de piedra y lápidas de las tumbas antiguas y se dejó de sepultar en la década de los 40, momento en el que se construye el nuevo cementerio municipal a las afueras del pueblo. En 1692 se edifica la sacristía y en 1740 se construye el pórtico que permite el acceso a la iglesia y que oculta la portada románica, a su izquierda la capilla del baptisterio y a la derecha una pequeña estancia dedicada a archivo.
En origen sería un templo románico de inicios del siglo XIII, como suele ser habitual en la cuenca del Río Oja. De esa época tan solo contamos con la portada de acceso al templo, que se encuentra protegida por un pórtico y la torre-atalaya, hoy con funciones de campanario. A mediados del siglo XVI la iglesia comienza a ampliarse y a dotarse de nuevos elementos hasta dar lugar el templo que conocemos en la actualidad.
La portada, que se encontraba oculta por una capa de enfoscado y que se descubrió en la década de los 60, consta de cuatro arquivoltas de medio punto con baquetones y molduras que descansan alternativamente sobre pilastras y columnas. Estas últimas se rematan por capiteles. Los dispuestos a la derecha son figurados: en primero muestra dos leones enfrentados y el segundo un guerrero a caballo armado con espada, que sujeta las riendas con la mano derecha, mientras que con la izquierda señala al cielo con los dedos de la mano. A la izquierda encontramos otra pareja de capiteles: el primero presenta motivos vegetales, y el segundo dispone dos niveles de hojas gruesas de las que nace un rostro barbado.
Esta joya románica permite acceder a la nave de tres tramos con cabecera ochavada en tres paños. El presbiterio (donde se situa el altar) se cubre con una bóveda de aristas con pinturas al fresco, el primer tramo por una cúpula sobre pechinas y los dos últimos con bóvedas de terceletes. El segundo tramo de la nave cuenta con dos capillas adosadas, la Capilla de Dueñas al lado del evangelio y la Capilla de Estrada al lado de la epístola. A los pies y bajo el tercer tramo de la nave encontramos el coro alto con balaustre de madera sobre arco rebajado, que fue erigido en el año 1670.