Según consta en los libros de fábrica de la iglesia, en 1692 se costean los trabajos y materiales para la edificación de la sacristía, para lo que contribuyeron los vecinos con sus limosnas. Esta estancia se levanta entre la capilla de Estrada y la cabecera, quedando en el exterior alineada con el baptisterio, el pórtico y uno de los brazos de la cruz latina que ocupa dicha capilla. En el interior se halla una interesante cajonera de madera del siglo XVIII. También un lavabo en piedra con interesantes pilastras. La bóveda es de crucería estrellada.
En 1739 se coloca un púlpito de hierro en el lado de la epístola, entre la capilla de Estrada y la entrada a la sacristía, interesante elemento que fue retirado en la reforma que se llevó a cabo en 1963 siendo párroco Don Dionisio, reforma que también eliminó la cancela de forja que separaba el presbiterio de la nave. Pero afortunadamente esta reforma nos mostró la portada románica que se hallaba oculta por una capa de rebocado y las paredes de piedra de la iglesia, también tapadas por una capa de enfoscado.
En 1973 se inaugura la actual mesa del altar, momento en el que se comenzaba a celebrar la misa de cara a los fieles, según ordenaba el Concilio Vaticano.