medio natural

El municipio de Villalobar de Rioja se extiende en la Rioja Alta, sobre una superficie de 10,88 km2. Pertenece a la subcomarca de Santo Domingo de la Calzada y está incluido en el partido judicial de Haro. Limita al norte con Baños de Rioja y Ochánduri; al sur con Santo Domingo de la Calzada y Grañón; al este con Baños de Rioja y Bañares; y al oeste con Herramélluri.

Posee un solo núcleo de población que es el pueblo de Villalobar de Rioja, que se encuentra a 581 m sobre el nivel del mar, siendo sus coordenadas 42º 29’ de latitud norte y 2º 58’ de longitud oeste. Dista de la capital riojana 52 km.

Su relieve es considerablemente llano con un ligero descenso en dirección noroeste-suroeste y una altitud media de 600 m, solo se ve salpicado por pequeños cerros, sobre todo en su parte norte y oeste, que en general no sobrepasan los 650 m de altura, denominados Mojones Altos, Cerro Largo, Santa Marina, Cantera Sorda y Cantera Alta. En general, el término municipal comparte las características en cuanto al relieve de la unidad ambiental del Valle del Ebro, dentro de la que se encuadra, siendo básicamente un terreno compuesto por llanuras aluviales.

El municipio se halla en una zona modelada a expensas de niveles de glacis que se unen a los aterrazamientos que flanquean en ancho valle del Oja. Así en su margen izquierda recorta cerros testigo del interfluvio Oja-Tirón mientras que en la margen derecha se observan distintos niveles de terrazas que enlazan con niveles de glacis. En la mitad suroeste del término se encuentran depósitos del cuaternario formados por conglomerados asociados a los glacis y acumulaciones aluviales recientes. En la mitad noroeste aparecen materiales miocénicos compuestos por areniscas, limolitas, arcillas y conglomerados de borde.

En cuanto a la climatología, se podía clasificar como mediterránea semiárida menos seca. La duración media del período seco oscila entre dos y tres meses en casi todo el municipio prolongándose ligeramente en el extremo noreste. La duración media del período frío se sitúa entre seis y siete meses. La temperatura media anual se encuentra entre los 11-12º, variando entre los 20-22º del mes más cálido y los 4-5º del mes más frío. La precipitación media anual oscila entre los 500-600 mm, siendo la precipitación media estival de unos 100 mm y la evapotranspiración media anual entre los 700-800 mm. Los vientos dominantes son de orientación noroeste de influencia oceánica que suavizan un poco la marcada tendencia mediterránea de la zona.

El principal cauce que atraviesa el municipio es en Río Oja, que lo hace de sur a norte en unos 3.600 m, y que nace en la Sierra de la Demanda, en las inmediaciones del pico Gatón. El tramo de este curso fluvial, a su paso por Villalobar, se caracteriza por se un canal trenzado que refleja claramente las dificultades que experimenta para movilizar el material que le llega desde las laderas. Como consecuencia se producen acumulaciones sedentarias en forma de islas. Su caudal es bastante constante entre noviembre y marzo. En abril tiene lugar el período de aguas más altas, al coincidir las lluvias de ese mes con el deshielo que tiene lugar en San Lorenzo.

Río Oja

Existen otros cauces de menor importancia como el arroyo Rabo Anguila, que viene del norte hasta unirse al arroyo Roperos formando el Río Peros que fluye por el sur del municipio hasta desembocar en el Río Oja una vez pasado el pueblo. También destaca el arroyo de La Cerrada que desemboca en el Río Peros a la altura del núcleo urbano, y el arroyo de Piralengua, que viene del norte y se une al Río Peros poco antes de acercarse al pueblo. Entre el cauce del Río Peros y el del Río Oja existe un buen número de cursos de agua que se bifurcan y entrecruzan vertiendo las aguas al Río Peros y en menor medida al Oja, conformando un paraje denominado Las Regaderas.

El acuífero de Villalobar de Rioja es importante, por lo que suministra agua potable a Baños de Rioja, Castañares, Cuzcurrita, Tirgo y Haro.

La mayor parte del terreno presenta una importante deforestación, con superficie arbolada del 5%, con fértiles terrenos de aluvión ocupados por cultivos y por tanto con una considerable transformación del paisaje original, desapareciendo hace mucho el bosque de carrascos que debía cubrir la zona. La fauna, salvo en los sotos de los ríos, se encuentra bastante limitada en cantidad y variedad en función de esa importante presencia humana.

La vegetación en los bordes de los ríos es muy especial por las condiciones ecológicas en que se desarrolla. Las comunidades de ribera poseen una clara estructuración altitudinal en tres pisos muy diferenciados: uno arbóreo, otro arbustivo y un último estrato herbáceo. En el estrato arbóreo distinguimos además del chopo, el álamo, el fresno, el olmo o el avellano. A pesar de que el chopo es un árbol natural en nuestra región, la mayor parte de las choperas que bordean los ríos Oja y Peros son principalmente plantadas, siendo a veces limpiadas de otras especies para favorecer el crecimiento y la productividad de este árbol. Entre los arbustos predominan las ortigas y zarzas, el espino, el aligustre y el lúpulo. En el estrato herbáceo encontramos varias gramíneas, plantas amantes de la humedad, nitrófilas, que buscan los nutrientes aportados por el río, y gran número de lianas y enredaderas.

Chopera

La zona más seca que se halla el noroeste del municipio, y que presenta pequeños cerros, dispone en la escasa superficie no cultivada una vegetación típica del monte bajo a base de coscojar y matorral.

La fauna, dentro del ámbito territorial del municipio, encuentra su principal refugio al amparo de la vegetación de las riberas de los ríos. Entre las aves, se pueden encontrar especies como la curruca, mirlo, carbonero, herrerillo, carricero, alondra. Entre los mamíferos se pueden destacar el tejón, topo y gineta.

El área cultivada alcanza prácticamente el 75% de la extensión total del término. Los principales cultivos son los cereales de secano (trigo y cebada), la patata, la remolacha, algunas hortalizas y plantaciones de chopos.